El equipo de JJ, sabía que era un partido importante. Más allá que todos sean así, este er más. River jugaba de local ante un rival directo por la lucha en los promedios. No podía fallar y los jugadores lo entendieron. Un primer tiempo para el olvido, salvo los cabezazos de Román y la gran jugada de Pavone para que Lanzini termine con su remete en el poste izquierdo.
En el segundo tiempo, se vio el mejor River de la era JJ. Lamela hizo honor al número que lleva en la espalda y con una triple pared entre él, Acevedo y Pavone el crack millonario anotaba el 1-0. Pavone estaba de asistidor en la noche, asistió sin mirar a Lamela (en la primera mitad a Lanzini) y minutos después le colocó un centro perfecto a Ferrari, para que el lateral marcara el 2-0.
El Monumental deliraba, los toques volvían y la gente respiraba. Almeyda como siempre fue el motor de River y se llevó la ovación, en la última pelota del partido la corrió como si fuese la última. Demostró que lleva la camiseta en la piel y la gente respondió con un : "Peelaaadoo, pelaaadooo".
Pavone, por su entrega y sin goles obtuvo la ovación también. River ganó, jugó mejor que Huracán y mereció los 3 puntos. Ahora viene Independiente, otro rival directo. Otra final.
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