viernes, 7 de enero de 2011

Ortega y River: Pero el amor es más fuerte.


Hoy Ariel Ortega le pone fin a su carrera en el club de su vida. La historia de Ortega y River tiene amor, peleas y reconcilaciones. Por eso, en Solo Fútbol  hacemos un repaso de la vida del jujeño en el club de Núñez.

Ariel Ortega debuta en la primera de River el 14 de diciembre de 1991 con apenas 17 años.  Fue ante Platense en la cancha de Ferro. Aquel día el Burrito recuerda que le comentaba a sus compañeros en el banco  "¿ Y este cuando me va a poner?". Ese “este” era Daniel Passarella, aquel Kaiser que iniciaba sus armas como DT y apostaba a los juveniles. Recién en 1993 convierte su primer gol ante Quilmes, el encuentro culminó 3 a 1.  Con Passarella como DT, Ariel consigue el Torneo Apertura de 1993. Luego, Passarella se marcha para iniciar su etapa en la Selección y el Tolo Gallego toma la posta como DT. Con el, River consigue el Torneo Clausura 1994, saliendo campeón invicto y consiguiendo así el Bicampeonato. Se recuerda la goleada a Boca por 3 a 0, con un tanto del Burrito al Mono Navarro Montoya.

En 1996, tanto River como Ortega tocan el cielo con las manos. De la mano de Ramón Ángel Díaz y de un plantel exitoso consiguen la Copa Libertadores, la segunda en la historia del club. Ortega, en la final ante América de Cali fue participe de los dos tantos anotados por Crespo. Primero, asistió sobre la derecha para que Crespo empujara la pelota. En el segundo gol, apuró a Oscar Cordoba, casi hasta el banderín del corner, haciéndolo equivocar y permitiendo así que Escudero mandara el centro para que Hernán conectara el 2-0.  Ese mismo año, Ariel junto al equipo consigue el Apertura 1996. No pudo alzar la Intercontinental, ante Juventus. Eso fue una cuenta pendiente para todos.

Luego el Burrito para 1997 se despide de Núñez y pasa al Valencia. Al no ser tenido en cuenta se marcha  al Parma y después llega a la  Sampdoria. Su paso en los equipos europeos no fueron los mejores, aunque consiguió algunos títulos.
En el 2000  decide volver. Su gente  agotó las entradas en aquella tarde lluviosa ante Rosario Central. El ídolo volvía a casa. Fue un 4 a 1, donde solo falto el gol del 10. Formó un ataque explosivo con: Aimar, Saviola y Angel. Pero este cuarteto denominado ” los cuatro fantásticos”, no tuvo exito. Boca ese año fue campeón de todo.
En el 2002, consigue un nuevo título River de la mano del Burrito. Otra vez con Ramón en el banco, River consigue el Torneo Clausura de ese año. Se recuerda la goleada a Boca en la bombonera por 3 a 0, el día de la vaselina de Rojas. Luego del mundial de Corea-Japón, el Burrito fue vendido a Turquía. Su destino era el  Fenerbahce. Pero el final fue conflictivo: No cumplió el contrato, se volvió solo a la Argentina y esto derivó en una inhabilitación de FIFA.

Estuvo parado casi 2 años, hasta que Newell’s junto con  Grondona hicieron lo posible para levantar la sanción. El burrito, vestía por primera vez otra camiseta en la Argentina que no fuera la de River. Junto al Tolo Gallego (como DT), Capria, Belluschi consiguen el Torneo Apertura de 2004. En el club rosarino el jujeño estuvo hasta el 2006. Le convirtió goles a River cada vez que lo enfrentó y en el último partido les hizo un gesto a los hinchas y dirigentes ” a ustedes los quiero, pero allá que pongan la plata para que pueda jugar”.

Aguilar atendió el teléfono y de la mano otra vez de Daniel Passarella como técnico, Ortega volvia a River después de 4 años. A partir de allí los bajones personales de Ortega afectaron a todo River. No estuvo presente en los dos súperclásicos del 2006. Tuvo recaídas y solo aparecía en cuenta gotas. Se recuerda el golazo a San Lorenzo en el 5 a 0. En el 2007, convirtió su último gol en un súper clásico y de penal. Daniel Passarella pone fin a su ciclo como DT en River y trató de ayudar durante todo ese tiempo al ídolo. Algo que no pudo, algo que los dirigentes dejaron pasar.

El 2008 fue otro año de conflicto. River sale campeón de la mano de Simeone y con un Ortega decisivo aunque con los mismos problemas pero que no salían a la luz. El último partido ante Banfield (con el título ya consumado), Simeone decide dejar afuera al ídolo. Una serie de respuestas de Ariel hacia Simeone hacen que la relación se rompa y que Ortega no forme parte del plantel durante la mitad del 2008 y parte del 2009. El jujeño fue transferido a Independiente Rivadavia de Mendoza, donde haría una rehabilitación pagada por el propio Passarella ( ya fuera del club) y no por el entonces presidente Aguilar.

En el 2009 el Burrito vuelve, cuando Simeone es despedido. Pero los problemas siguieron. Le toco jugar con la peor a Gorosito y luego a Astrada. Y en el 2010 hasta Ángel Cappa tuvo problemas con el ídolo. La situación tanto de River como de Ortega eran las peores: Promoción y recaídas.
Passarella le había expresado a Astrada que bancara al Burrito, que tenía que jugar para sentirse bien. Pero la paciencia de todos se agotó. La salida de Cappa y la llegada de Juan José López, mostraría un cambio. Tanto futbolístico como disciplinario.
J.J. dejó pasar el Torneo Apertura 2010 y le dio posibilidades al Burrito. El 10 volvía a realizar sus macanas y en este 2011 la mano cambio. El mensaje de la dirigencia fue ” si hace una cagada más, se va” y eso pasó. En la primera práctica del 2011, Ortega no apareció y se trató de maquillar la historia. Pero hoy se dio a conocer la noticia de que el Burrito no sería tenido en cuenta por el DT Millonario y que podía buscar un nuevo club.

Algunos tildan de traidor a Passarella. Pero hoy Daniel es el presidente y debe tomar la decisión correcta. Se lo bancó demasiado al ídolo que no acepta su enfermedad y encima cada vez que entraba a la cancha le costaba realizar las cosas. Sus compañeros ya estaban un poco cansado de los privilegios que tenía el ídolo. Suena la posibilidad de un préstamo, otra versión indica que Ortega dejaría el fútbol. Lo cierto es que la historia de Ortega en River, por ahora se termina y como siempre se va con amor, enojos y posible reconciliación.

Su gente está enojada y triste. Se despide el último gran ídolo. Aquel que consiguió 7 títulos y les regaló a sus hinchas miles de amagues y caños. Aquel habilidoso y encarador que hoy tendrá que pelearle a su enfermedad y que ojalá pueda vencerla como en cada partido. Quedarán en el viento aquel gritó de guerra cuando no estaba y aquel grito de respeto y admiración por parte de su gente en cada domingo : Orteeega, Orteeega!. Se fue, el último gran ídolo.

¿ Volverá al club de sus amores?. Nunca se sabe, lo cierto es que por ahora el Burrito se despide del amor de su vida y por ahora se cierra este capítulo.

No hay comentarios: